Diabetes y maternidad. ¿Es tan fácil como pensábamos...?

Primero de todo, me presento, me llamo Pilar y nací en el Valle del Jerte, en un pueblecito del norte de Extremadura (Tornavacas). Cuando terminé el cole y empecé la ESO, los de mi clase nos fuimos a un colegio de manera interna de lunes a viernes en Cáceres. Fue allí donde empecé con unos síntomas que por aquel entonces no tenía ni idea de que estaban relacionados con la diabetes (bebía un montón de agua, comía lo que las demás no querían, siempre estaba cansada...). Sin embargo, a pesar de verme el médico no pensó en la diabetes e incluso me recomendó no beber antes de irme a la cama. 
Pasaron unas semanas más y por insistencia de mi padre me acerqué al consultorio de mi pueblo, tan cansada y delgada. El 28 de diciembre de 1999, donde me hicieron una glucemia, no recuerdo si eran 255 mg/dl lo que marcaba el glucómetro pero me derivaron a mi hospital de referencia y me quedé ingresada 3 días en la planta de pediatría para "aprender" a ponerme la insulina y saber qué podía comer. 
Menuda inocentada, tanto que, mis amigas cuando se enteraron de que estaba ingresada en el hospital, pensaban que era mentira. Pasé tres días en esa planta. Mi madre estaba en shock y fue mi hermano mayor el que se enteró de cómo tenía que pincharme, cuántas unidades, qué tipo de insulina y a qué horas, qué comidas, cómo hacer los controles, etc.
Luego pasé a la consulta de adultos y lo fui llevando lo mejor que pude. Quizá esta enfermedad o condición de vida, hace que madures antes y te hace ser responsable. Ya me habían planteado la posibilidad de ponerme bomba de insulina, pero yo pensaba que era para gente que no estuviera bien controlada y como tuve un periodo de luna de miel, lo demoré hasta los 21 años, cuando me puse las pilas yo misma aprendiendo a contar raciones.
Sin duda el diagnóstico me influyó en que quisiera estudiar ENFERMERÍA. Unos años después tuve mi primer sensor, probé otros como Freestyle, Dexcom y Medtronic y me sentía una auténtica privilegiada. Podía ver lo que pasaba, no estaba ciega. Luché por conseguir que en otras CCAA también se financiara la monitorización continua de glucosa y le pedí a mi profe de oposiciones que me ayudase con la petición de Monitorización Continua de Glucosa MCG para todos de Noches sin Dormir. Por aquel entonces estaba trabajando como enfermera en el hospital de León y notaba mucho la diferencia de Extremadura a Castilla y León en cuanto a prestaciones. En Extremadura me financiaban el sensor y el León me lo tenía que costear yo.
Aún así lo vi como una inversión en salud y con vistas a en un futuro planificar un embarazo la tecnología me ayudó mucho.
No sabría que aunque estuviera bien controlada tardaría en llegar ese TEST POSIVITO.
Tampoco piensas que te va a costar quedarte embarazada, porque te tiras media vida evitándolo, ¿no?. Justo antes de la pandemia me confirmó el ginecólogo que me mandaría a esterilidad de otro hospital de referencia. Sabía por otras personas que no era un camino fácil, inseminaciones, estimulación ovárica, la transferencia embrionaria, que agarrase... Así que me fui a Madrid y a la 3ª fecundación in vitro fue cuando conseguí que el embarazo siguiera adelante y ahora soy la madre de una peque de 2 años y tres meses. 

Esta es mi primera entrada y quería empezar hablando sobre diabetes tipo 1 y la maternidad.

Según el último Atlas de la Diabetes de FID (2025), el 11,1% -o 1 de cada 9- de la población adulta (20-79 años) padece diabetes, y más de 4 de cada 10 no saben que la padecen.

La diabetes tipo 1, antes conocida como diabetes juvenil o diabetes insulinodependiente, es una afección crónica. En esta afección, el páncreas produce poca insulina o no la produce. La insulina es una hormona que el cuerpo usa para permitir que el azúcar (glucosa) ingrese a las células para producir energía.

Existen diferentes factores, como la genética y algunos virus, que pueden causar diabetes tipo 1. Si bien la diabetes tipo 1 suele aparecer durante la infancia o la adolescencia, puede manifestarse en la adultez.
Con un total de 295.000 menores, Europa cuenta con el mayor número de niños y adolescentes que padecen diabetes de tipo 1.
 
¿Cómo llegamos a ser madres? ¿Es sencillo? ¿Nos cuentan realmente cómo será el hecho de ser madres? ¿Cómo tenemos que preparanos? ¿Cuál es el mejor camino? ¿Nos sentimos ayudadas por nuestro sistema sanitario? ¿Tenemos las mismas oportunidades vivamos donde vivamos?
 
Para conseguir un embarazo sin complicaciones se nos exige un control más estricto durante estos 9 meses pero también previamente, por lo que si lo estás planificando los valores objetivos son los siguientes:

Glucemia basal: 70-95 mg/dL (3,9-5,3 mmol/L).
Glucemia posprandial (1 hora): 90-140 mg/dL (5,0-7,8 mmol/L).
Glucemia posprandial (2 horas): 90 – 120 mg/dl (5,0 – 6,7 mmol/l)
HbA1C: media ± 2 DE. (4,8 - 5,7% ó 29-38,8 mmol/mol)
Ausencia de cetonuria e hipoglucemia.

La tecnología ha ayudado mucho, sin duda al control de esta enfermedad metabólica que no da vacaciones y que requiere control 24/7.

A lo largo de estos meses me propongo contarte mi historia (por si puede ayudar a alguna otra persona) e ir haciendo un viaje al pasado donde si supiera lo que sé hoy no lo pasaría tan mal.




Bienvienid@ a mi blog.


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