LACTANCIA, NO TODO ES TAN BONITO COMO PARECE.
Lactancia y diabetes
No sé muy bien por donde empezar, quizá diciéndote que todo pasa y que los momentos en los que te agobias y lo ves todo negro también pasan.
Mi embarazo fue súper esperado, después de intentarlo varias veces lo conseguimos, con ayuda de la ciencia como diría mi abuela que desde el cielo nos estará viendo 
.


El caso es que nació nuestra pequeña, parto natural, se adelantó unas 3 semanas, se ve que tenía prisa por conocernos
.

Como tuvo que quedarse la primera noche en la UCI neonatal porque nació con 2 vueltas de cordón y le costó un poco adaptarse a nuestro medio, no pudimos hacer el piel con piel ni pude ponérmela al pecho.
Esperaba ansiadamente que salieran más gotitas de calostro porque por más que me ponía el sacaleches a duras penas salía algo.
"Oro líquido" me decían las enfermeras de neonatos y no conseguía ni 0.2 ml, pero yo seguía intentándolo.
Tras 8 días en el hospital pudimos traernos a nuestra peque a casa.
¡Qué nervios! ¿Lo haremos bien? Padres primerizos. Dudas mil al principio, pero ahora viéndolo desde la distancia creo que modestamente lo hicimos bastante bien, aunque metiéramos la pata con algunas cosas que tampoco es que fueran tan importantes.
Salimos con lactancia mixta, sin duda el estar separadas nada más nacer hizo que la leche tardara en subir. Así que doy las gracias a todas las enfermeras y Técnicas de auxiliar de Enfermería que le ofrecían los biberones correspondientes.
Íbamos más o menos bien, subiendo en percentil y la pediatra del centro de salud nos dijo que probásemos sólo con lactancia materna. Así estuvimos un mes y 20 días, hasta que nuestra bebé empezó a estancarse y a bajar de percentil.
Desesperada empecé a leer e informarme cómo conseguir no perder la lactancia si estaba con leche de fórmula, y probé con un relactador casero. Aquello me sonaba a chino, no tenía ni idea de que si "metía" sólo biberón iba a ir perdiendo la capacidad de producción de mi leche.
Probamos con una sonda nasogástrica pequeñita, hice un agujero a una tetina de un biberón que ya no usaba y pasé la sonda.
Rellené el biberón con leche de fórmula, me pegué la punta de la sondita a mi pezón y le ofrecí el pecho.
Al principio nos costaba, no conseguía que mamara mucho así, a duras penas unos 10 ml, pero gracias a mi persistencia y a la paciencia del papá mejoramos la técnica.
Compré el relactador de la marca Medela, me orientaron unas mamás valientes de un grupo de lactancia, también iba consultando en el foro a una gran asesora de lactancia, os digo su nombre por si a alguien le sirve (Inmaculada Mellado). Facebook
Pasamos los peores meses, los de empalmar una toma con otra o esas horas interminables de teta en las que ella no comería pero estaba tan a gusto que "me usaba como chupete". Una expresión que he odiado siempre pero que asumo que podía haber sido así.
A ti, si he conseguido que sigas leyendo, te diré que no eres mejor ni peor madre por haber tenido que dar leche de fórmula, por haber decidido desde primera no dar el peche.
Siento que parece que hay dos grupos las pro lactancia radicales y las otras madres.
Si algo me está enseñando está experiencia tan brutal de ser madre es que cada un@ lo hacemos lo mejor que podemos y eso ya está bien.
No nos juzguemos. Sabemos cuáles son las recomendaciones pero en este mundo en el que vivimos ahora con tanto exceso de información tendemos a volvernos loc@s, a exigirnos un montón y a sentirnos mal cuando las cosas no salen bien. En ese momento, amiga mía, nos bloqueamos, lloramos, nos sentimos súper desgraciadas y nada más lejos de la realidad, pero esa mochila de la diabetes pesa mucho, cada día tiene sus cosas y después de haber llevado un control tan estricto en el embarazo, en el postparto todo cambia. Tienes que ir ajustándote a tu bebé y aceptar que no tendrás o que al menos, no será tan fácil ese control maravilloso.
Bueno, no me enrollo más, simplemente decirte que pasaron los cólicos, las noches sin dormir o durmiendo sentadas en el sofá. Pasaron las horas con el saca leches, recuerdo ese sonido y al terminar hacer la foto de rigor para ver cuánto había salido. Recuerdo también lo duro de la incorporación al trabajo cuando ella tenía casi 7 meses y tenía que dejar lo que estuviera haciendo porque tenía el pecho durísimo.
Y recuerdo escuchar su llanto, extender los brazos y cogerla la de la cuna para meterla en nuestra cama y calmarla con el pecho. Que lo hacíamos también con biberones de fórmula. Conseguí un pequeño banco de leche, para mí fue el suficiente y para colmo un día me dejé el congelador abierto y tuve que tirar las últimas bolsitas de leche.
Ahora, que ya he dejado la lactancia a los 16 meses, pensaba que nos iba a costar mucho más. Dejé primero la toma de las 16 h según llegaba del trabajo y algunas de por las tarde y a la semana siguiente dejé la de las noches.
Mi endocrino esperaba que hubiera dejado la lactancia antes (al año o así) porque tenía el colesterol algo alto
, pero no veía nunca el momento y en mi foro interno no quería dejar de tener esos ratitos sólo para nosotras aunque acabase literalmente agotada.

Un año y 4 meses de lactancia mixta está muy bien, que si hubiesen sido menos también estaría bien.
Ahora la veo crecer y sonreír y eso es lo mejor y más bonito que tengo en mi vida.
Gracias por llegar hasta aquí.
Y recuerda, "lo estás haciendo bien" 



Con cariño,
Pilar.
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